"Hoy no estamos mejor que en 2004 cuando un millón de mexicanos, tomamos las calles en todo el país; persisten las mismas condiciones que nos obligaron a manifestarnos contra la inseguridad", concluyeron nueve de los 13 organizadores de la megamarcha del 27 de junio de hace tres años, quienes hicieron un llamado al presidente Felipe Calderón a reunirse con ellos para plantearle propuestas como sociedad en el combate al narcotráfico.
Luego de determinar que de aquella marcha histórica, a la fecha, prácticamente se ha hecho nada en materia de seguridad pública, los dirigentes cuestionaron: ¿Qué obstáculo hay para imponer objetivos a los mandos policiacos, para ejecutar 400 mil órdenes de aprehensión archivadas e investigar 90% de los delitos del fueron común impunes en los estados, o para confinar a secuestradores en prisiones de máxima seguridad y pagar salarios altos a los policías?".
En conferencia de prensa, manifestaron que pretenden que el Ejecutivo Federal los reciba para plantearle cinco propuestas y enfrentar al narco:
1) Efectuar programas de prevención de adicción a las drogas que llegue a todos los jóvenes, con la ayuda de todos los niveles de gobierno y sociedad;
2) La instalación de un sistema de denuncia anónima confiable para la ciudadanía;
3) La creación de un sistema de salud que cubra la rehabilitación para adictos;
4) Que el Ejército intervenga en labores de inteligencia y no sólo en operativos y;
5) Que existan leyes claras que obliguen a las policías de todos los niveles a combatir el narcotráfico y evitar que se involucren con los carteles y narcomenudistas.
José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y Justicia Penal, A.C., Laura Helena Herrejón, del Movimiento Provecino, Eusebio Loreto del Consejo Indígena y Guillermo Velazco Arsac, de la Coordinación Ciudadana Mejor Sociedad y Gobierno, entre otros líderes, exhortaron a la sociedad, a los medios de comunicación, a los políticos y a la gente de bien, a que "unidos en lo esencial", se enfrente a la inseguridad, a repudiar a la violencia, al narcotráfico y sus operadores.
En este sentido, José Antonio Ortega explicó que el cambio de mandos de la SSP federal anunciado hace dos días no es suficiente para mejorar la seguridad pública, pues hace falta voluntad política.
Por su parte, Laura Herrejón, manifestó que aún somos rehenes en nuestra propia ciudad, toda vez que aún existen fenómenos como el secuestro y el robo no han bajado pero está siendo opacado por los violentos crímenes relacionados con el narcotráfico.
Reconoció que hay esfuerzos destacables como los del GDF con las expropiaciones en Tepito, Iztapalapa y Santa María La Ribera, pues las autoridades finalmente están entrando a donde nadie se atrevía.
Fuente: www.el-universal.com.mx
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